Leti Lo

En mi acta de nacimiento dice que me llamo Leticia López Martínez, pero por una añeja petición de Guillermo Samperio, me puse un seudónimo; la recomendación, también aceptada tardíamente, fue del maestro Víctor Roura: Leti Lo.

Nací en el barrio de Guadalupe de la capital de Aguascalientes, donde pasaban burros aguamieleros  En esa ciudad fui la segunda generación de la carrera de Comunicación en la Universidad Autónoma; luego hice mis pininos en el periodismo para luego huir a la Ciudad de México, donde laboré en algunos diarios nacionales.

Aprecio los amaneceres y los números. Admiro al mayista 0 (cero) con su todo y su nada; al constructor y deconstructor, infernal, sensual y perfecto 6, y al maestrazo capicúa 11.

Me gustan los bites y la inteligencia artificial, pero tengo nostalgia del átomo y de la creatividad humana.

Admiro Las Cosmicómicas, de Italo Calvino, y Los que se alejan de Omelas, de Ursula K. Le Guin.

Soy vaga, vaquetona y peripatética; me seduce el caos y el reborujo. 

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